Ya estrenó en cines ‘Wonderstruck’ la nueva película de Todd Haynes, el director de ‘Carol’ y ‘I’m Not There’, quien ahora adaptó a la pantalla grande la novela homónima de Brian Selznick. Primero les diré la premisa de la película y después mi opinión de una de la películas que más anticipaba para este año.
Wonderstruck: El Museo de las Maravillas nos presenta las historias de dos niños separados por 50 años en el tiempo, pero que comparten una travesía. La historia de Rose está ambientada en 1927 y la de Ben sucede en 1977, pero aún así sus historias se entrelazarán de una forma inesperada.
Yo esperaba mucho ‘Wonderstruck’ porque Todd Haynes dirigió ‘Carol’ (2018) la cual se convirtió en una de mis películas favoritas (si no la han visto se las recomiendo ampliamente y también les recomiendo leer el libro, de Patricia Highsmith titulado, The Price of Salt, en el cual está basada la película), pero por más fan que fuera de su trabajo anterior no encontré mucho que disfrutar en esta nueva cinta.
Para mi los aspectos positivos de la película son: el diseño de producción, la música y la fotografía. El diseño de producción se luce en la ambientación de ambas épocas, tanto los años 20s como los 70s se ven increíblemente bien en pantalla, la ciudad de Nueva York se siente viva y real. La música, al igual que la de ‘Carol’, la compuso Carter Burwell y tiene un sentir onírico que hace que algunos momentos se sientan mágicos. Finalmente la fotografía luce increíble, en múltiples momentos vemos los mismos espacios retratados en diferentes épocas y en cada época se sienten distintos y nuevos.
En cuanto a los aspectos negativos principalmente está que encontré esta película muy aburrida, los eventos que suceden en ambas épocas no son lo suficientemente interesantes como para mantener el interés, porque durante gran parte de la película no se siente que tenga un rumbo fijo y la conclusión es tan forzada que es irreal.
Además cuenta con muchos, pero muchos, elementos que cuando los piensas quedan como las coincidencias más grandes del mundo, lo cual vuelve todo sumamente inverosímil, aún si llegas a aceptar la realidad planteada en este mundo como una fantasía.
Rose, la niña de los años 20s, es sorda y todos sus momentos de la película los vemos desde su perspectiva así que carecen de diálogos, sólo hay unos sonidos ambientales y la música, también casi al inicio de la película Ben pierde el sentido del oído, pero que los niños sean sordos no aporta nada a la película, no deja ninguna enseñanza ni aporta algo significante a la experiencia, sólo queda como una decisión de estilo que no aporta nada.
Además por el final de la cinta hay unas secuencias animadas que tampoco funcionan dentro de la narrativa y afectan el flujo de la historia, se sienten fuera de lugar porque no están bien integradas a la historia.
Esta película tiene algunos elementos muy buenos, pero estos están muy aislados como para considerar que conforman una gran película. Como una nota personal yo quería que me gustara esta cinta, pero fueron muy pocas cosas las que encontré valiosas de la experiencia.