La nueva película de Guillermo del Toro ‘The Shape of Water’ o La forma del agua ya está en cines desde hace unos días y seguramente ya la vieron y sino ¿qué están esperando? Muy premiada en múltiples festivales pero ¿está al nivel del hype que ha recibido? Para mí sí lo está.
La premisa nos cuenta la historia de una mujer muda llamada Elisa Esposito la cual trabaja haciendo la limpieza en un centro de investigaciones secretas, al cual llega una extraña criatura con la que ella establecerá una relación.
Lo primero que quiero mencionar de esta película es que inmediatamente se siente toda el alma, el corazón y la pasión de Guillermo del Toro. Como saben él es un gran director, escritor y productor que es un apasionado de los monstruos, del cine en general, de la literatura, de la fantasía, del horror, de la ciencia ficción y que en sus películas nos ha mostrado diversos mundos con extrañas y fantásticas criaturas como por ejemplo en El Laberinto del Fauno, a fantasmas en El Espinazo del Diablo, a kaijus y mechas en Pacific Rim, por mencionar solo algunas de sus películas. Y esta vez en The Shape of Water se nota que es un proyecto sumamente personal para Del Toro y que a través de estos personajes nos da grandes enseñanzas y nos cuenta cosas que a él le preocupan y que realmente le llegan al corazón.
Para empezar, toda esta idea surgió, como De Toro ha mencionado incansablemente en entrevistas que desde que tenia 6 años y vio El Monstruo de la Laguna Negra y se enamoró de la idea de que el monstruo y Julie Adams acabaran juntos, lo cual en aquella cinta de los 50 no sucedió, porque en aquella época los monstruos eran representados como algo deplorable, algo a lo que había que tener miedo y que definitivamente no podías enamorarte de uno, pero quería cambiar ese concepto y crear una historia de amor en la que sí se enamorar alguien del monstruo, porque podías encontrar cosas con las cuales identificarte con él.
Pero antes de meternos en la actuación, los personajes y la trama, en cuanto a aspectos técnicos La Forma del Agua es una película sumamente bella, que está sumamente cuidada en todas las escenas, en todas ves un detalle o algún homenaje al cine de antaño. Desde retomar la importancia de transmitir sentimientos a través de las películas musicales, hasta el uso de sombras, de música y de encuadres para enfatizar el misterio o la verdadera naturaleza de los personajes. Por ejemplo, un caso muy evidente es desde la primera vez que aparece el villano de la película lo sabes gracias a la música, la iluminación y los encuadres, no necesita siquiera decir una palabra para que ya sepas que es el malo de la película.
Por otro lado, el diseño de producción es impecable, algo que es evidente en cada uno de los sets, como por ejemplo el centro de investigaciones secretas que parece más un laboratorio de un científico loco salido de una novela de ciencia ficción, o por ejemplo el departamento de Elisa que, aunque sea pequeña y esté en mal estado, la hacen super acogedor, cálido y además parece de ensueño con todo ese romanticismo de vivir arriba de un viejo cine poco frecuentado.
En todas sus películas, Guillermo del Toro consigue crear a la perfección mundos que aunque son fantásticos se sienten habitables y auténticos, esta es una realidad que se siente completamente como la nuestra pero con posibilidades fantásticas. Por otro lado los efectos visuales son impresionantes, en lo personal habían elementos de los sets que yo pensé eran reales y que estaban físicamente en el lugar pero al ver después un video de Detrás de Cámaras muchos de esos elementos fueron agregados digitalmente a computadora después y esto realmente se ve sumamente real y auténtico. Otro detalle importante es que Guillermo del Toro menciona que ninguna de las escenas fueron grabadas debajo del agua, sino que usaban una técnica de slow motion y de ventiladores para crear este efecto, y luego también algunos efectos visuales pero en realidad todo luce perfecto y esto lo podemos ver desde la primera secuencia en la cual vemos todo debajo del agua en el departamento de Elisa y que en realidad se siente todo este trabajo y talento de la gente involucrada en este proyecto.
Algo que personalmente yo siempre considero que hace grandiosa a una buena película es realmente buena cuando se queda contigo tiempo después de verla, después de mucho tiempo sigues recordando cierta escena y lo que esa escena te hizo sentir, independientemente te acuerdes o no de los diálogos y creo que esta película hace mucho eso porque muchas de las escenas no tienen un solo diálogo debido a que sus personajes principales no hablan pero en realidad te transmiten muchísimo con sólo verse a los ojos o ver sus acciones. Un ejemplo en particular de una escena que me parece hermosa, en la cual realmente no se dice nada pero me transmitió muchísimas cosas es cuando está la criatura parada sola en el cine, y llega Elisa y lo ve mientras está viendo la pantalla confundido, pero también atónito, y con melancolía y ella simplemente lo abraza.
Y es que esta película está repleta de homenajes al cine tanto, a las clásicas historias de amor, a los musicales, a las películas de monstruos, pero también la película está llena de metáforas, empezando desde el título hablando de el agua como una metáfora al amor algo intangible pero que permea todo al rededor y además también las metáforas se expanden un poco más con lo que representan cada uno de sus personajes.
Cada uno de los personajes de esta película está bien desarrollado, cada uno tiene un contexto sólido, una personalidad, una razón de ser y actuar. Y además, a través de ellos, Del Toro le va visibilidad e importancia a las minorías, desde la mujer afroamericana de clase baja interpretada por Octavia Spencer, la mujer discapacitada y soltera interpretada por Sally Hawkings, el artista homosexual pasado de moda de Richard Jenkins o el espía ruso que rechaza su nombre y su nacionalidad y luego la vuelve a aceptar, interpretado por Michael Stuhlbarg.
A través de ellos, Del Toro nos presenta una película que más allá de ser una historia de amor es sobre la aceptación del otro. Y esto no solo se refiere a la aceptación de una criatura, que a simple vista es completamente diferente a nosotros, a lo que consideramos como “normal” y nos reta a ver más allá de sus cualidades físicas para sentir empatía con ella y encontrar los elementos que nos unen, sino también se refiere a la aceptación de estos otros personajes que son humanos y son similares a nosotros pero que aún así son excluidos y marginalizados.
Y por otro lado tenemos al villano de la película, interpretado por Michael Shannon, el Coronel Richard Strickland, quien representa todos los males de una ideología tóxica de poder y control. Él es el ideal del hombre perfecto estadounidense de los 50: un militar blanco, padre de familia, cristiano que acaba de regresar heroicamente del Amazonas con una criatura salvaje bajo su dominio. Para él lo único importante es su posición económica y laboral lo es todo y se siente superior a los demás. Un hombre que conforme avanza la película nos vamos dando cuenta que es mucho más monstruoso que la criatura del laboratorio. Es un hombre sin piedad, que no le importa ni su propia familia, que solo quiere escucharse a sí mismo y que se siente un dios. El verdadero villano aquí es la supremacía blanca.
En específico me parece muy interesante que con este personaje Del Toro usa dos elementos tangibles para demostrar cómo va en declive este personaje por dentro. Por un lado, me parece que el auto que compra representa su ego. Es una manera material para él para recordarse a sí mismo lo importante que es, su estatus, su prestigio, y que es un “hombre del futuro”. Por ello quiere el auto más grande, el más caro, lujoso, el más llamativo y que todos lo volteen a ver. Pero después conforme las cosas se van saliendo de control, literalmente destruyen su ego y su autoestima lo cual se representa al chocar su auto de manera tangible y a partir de esto es cuando ya empieza a perder la cabeza.
Y por otro lado sus dedos, es algo que todos notan que se le están pudriendo, que apestan, que están negros, pero que parece a él no le importan y esto siento que es también una manera física de demostrar cómo va perdiendo toda humanidad y se va convirtiendo en un monstruo y al final de cuentas ya no siente nada y se los arranca. Es literalmente como si por dentro, su humanidad, alma, corazón o como lo quieran llamar, se pudriera por completo y se deshiciera de ella.
Otro elemento que me parece super interesante de la película es el tema del lenguaje, del habla y del silencio. Strickland habla mucho sin decir nada importante y quiere silenciar a todos los demás, mientras que Elisa y la criatura no pueden hablar pero comunican y transmiten mucho más, sin decir una sola palabra. Por ello la secuencia de musical de Elisa y la criatura me parece una escena super conmovedora.
Y hablando de homenajes, me parece que aquí Del Toro también hace un homenaje a Millicent Patrick, una talentosísima diseñadora y actriz que fue la responsable de crear a Gill-Man, el Monstruo de la Laguna Negra en 1954 y a quien se le robó de todo crédito por ser mujer, atribuyéndole sus creaciones a Bud Westmore. Por lo que de cierta forma ella fue silenciada por la época. Para mi, el personaje de Elisa es un homenaje a Millicent Patrick.
Retomando el tema de los efectos prácticos de la película, obviamente hay que resaltar el impresionante trabajo que se realizó en Doug Jones. Él es el actor que encarna a la criatura de esta película, y él ya había trabajado antes con Del Toro en Hellboy donde interpretó a Abe Sapien y en El Laberinto del Fauno donde interpretó al Fauno y al “Hombre Pálido”, y en esta ocasión como el anfibio luce espectacular, en verdad se ve y siente como una criatura viva, con muchísimos detalles como sus párpados, las branquias, las escamas y la piel, con todos los colores, texturas y elementos que tiene que en realidad se ve como algo vivo y no solamente como maquillaje y prostéticos en un actor. Realmente se ve como un ser mágico, divino e imponente, como los habitantes del amazonas lo llamaban: un dios del río.
Además en cuanto a actuaciones también se lucen Sally Hawkins y Michael Shannon. Hawkins sin usar su voz nos transmite todas las emociones que pretende, tiene un gran rango dramático que nos muestra su ira, su desesperación, su frustración, su soledad en las escenas dramáticas y pero también nos muestra mucha picardia, complicidad, sarcasmo y también amabilidad en las escenas que requieren más sentido del humor. Y por otro lado Shannon, logra que como espectador acabes despreciándolo, es arrogante, asqueroso, pervertido y malevolo y todo lo transmite con una sola mirada.
Como una mención especial quiero recalcar que me parece fantástica la música de Alexandre Desplat, cada composición que acompaña las acciones ayudan a materializar este mundo de fantasía. Todos los momentos y situaciones son complementados con una música que transforman esta película en algo mágico.
Para mi no hubo aspectos negativos en esta película. Únicamente sentí que el desenlace de pronto se resolvió de manera abrupta al final y sentí algo injustificado que al momento en el que llega la policía no intentan detener a la criatura que salta al agua con una mujer, ni detienen al Giles a pesar de ser el único presente en una escena del crimen donde hay un militar muerto. Eso me pareció un poco raro e injustificado pero tal vez es ya siendo muy quisquillosa al respecto.
Pero en fin, creo que es una película que hay que analizar a fondo, que hay que reflexionar sobre ella y no verla por encima encima, porque si la ves así nada más puede parecer como algo absurdo la historia de una mujer que se enamora de un monstruo anfibio o algunas escenas algo desagradables o explícitas, pero a mi me parece que vistas bajo el contexto y analizando toda la trama, todo es como debe ser y está donde debe de estar. Sobre todo las escenas sexuales que son algo extrañas, creo que son para hacer un comparativo entre quién es el verdadero monstruo y quién es el que está teniendo una relación más sentimental y verdadera.
Del Toro va en contra de la típica historia de amor con una princesa que no es princesa sino que es una mujer discapacitada que trabaja haciendo la limpieza y una bestia que no se convierte en príncipe sino que se mantiene bestia. Y eso está bien.
The Shape of Water es una película que te desafía como espectador que te invita a sentir y pensar, cada quién podrá interpretarla y disfrutarla en el nivel que quiera, ya sea como una historia de amor inusual o un comentario social sobre cómo sentimos aprehensión y miedo por quienes no son iguales a nosotros y cómo está en nuestra manos hacer algo por cambiar las cosas.