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Conocimos a Annabelle en The Conjuring, una de las películas (mainstream) más aterradoras del año pasado. Instantáneamente todos pensamos que una película basada en el personaje de esta muñeca demoniaca sería aún más aterradora que la cinta de la cual surgió la idea. Pero no fue así. A pesar de una gran premisa inspirada en la muñeca real resguardada por los investigadores de lo paranormal, Ed y Lorraine Warren y The Conjuring como carta de presentación, Annabelle nunca logra el nivel de terror que su predecesora con la cual es imposible no compararla.
Mia (Annabelle Wallis, sí, se llama igual que la muñeca) y John (Ward Horton) son una pareja que está esperando a su primer hijo. Después de vivir un traumático encuentro con una pareja perteneciente a una secta satánica, los futuros padres se mudan de casa. Pero el mal que los encontró en su antiguo hogar los sigue a través de una muñeca de la colección de Mia, la cual hará que ésta tema por la vida de su hija recién nacida.
El principal punto en contra es que Annabelle carece completamente de originalidad tomando elementos de varias películas para formar su historia, siendo Rosemary’s Baby la mayor fuente de inspiración pero tomando también algunos elementos de Insidious (a final de cuentas James Wan es el productor) y obviamente de The Conjuring.
No es que esté mal tomar algunos elementos a manera de tributo o referencia, pero Annabelle parece una copia al carbón de Rosemary’s solo agregándole una muñeca: una mujer joven embarazada (que casualmente se llama Mia, como la actriz protagonista de la cinta de Roman Polanski, Mia Farrow) a principios de los ’70, que pasa todo el día sola en su departamento, temiendo por la vida de su bebé y que posteriormente empieza a conocer sobre sectas satánicas a través de varios libros. Todo esto sucede en el marco de los primeros asesinatos cometidos por la Familia Manson según podemos ver en la televisión (probablemente otro guiño a Polanski, cuya esposa embarazada, Sharon Tate, fue asesinada por la Familia Manson, justo de la misma forma en la que intentan asesinar a Mia en la cinta). Pero el parentesco entre ambas películas va más allá de eso y es inevitable encontrar conexiones y similitudes entre las situaciones, locaciones, personajes e incluso hasta la muerte de uno de ellos.
Dejando toda comparación de lado, la otra razón por la que Annabelle no funciona es debido a que no pasa nada, y cuando pasa, muestran demasiado. Es decir, el 70% de la película muestra a una muñeca sentada, inmóvil que hace que se prendan y apaguen aparatos eléctricos sin razón aparente. Para el 30% de la recta final, el problema se torna en que se nos revela demasiado de la entidad maligna que se oculta en las sombras y que controla a la muñeca, lo cual, en lugar de dar más miedo, hace que lo perdamos.
No me refiero a que la película necesite mostrar a la muñeca moviéndose por sí sola. No, Annabelle no es Chucky. Sin embargo, ya que iban a recurrir a copiar elementos de Insidious y The Conjuring, ¿por qué no mejor -en vez de tenerla sentada siempre en el mismo cuarto- hacerla protagonizar situaciones tan aterradoras como el hecho de saber que hay alguien o algo dentro de tu habitación, viéndote dormir?
Annabelle tiene algunos buenos momentos (esa escena del elevador es lo mejor de la cinta), sin embargo, nunca logra asustar realmente a los espectadores, ni hacerlos taparse los ojos por lo que aparece en pantalla, ni sentir una verdadera angustia sobre qué es lo que sucederá. En cambio, se siente como una historia forzada, con las piezas correctas pero que fueron embonadas donde no correspondían, siendo la principal pieza que arruina el rompecabezas su desenlace absurdo y repentino el cual se siente apresurado y demasiado fácil.
A pesar de todo, Annabelle ha roto en México el récord del primer fin de semana más taquillero de la historia en el género de terror superando a The Conjuring con $124,705,700 millones de pesos y parece que permanecerá en los primeros sitios de la taquilla por un largo rato.
¿Vale la pena verla? A falta de más películas de terror en cartelera para este Halloween, puede ser… pero lo cierto es que Annabelle da más miedo en el trailer o en los minutos en los que apareció en The Conjuring que en su propia película.
¿Se les están acabando las buenas ideas y guiones originales a los productores de Hollywood? Deberían de ir a visitar a la verdadera Annabelle, sacarla a pasear un rato y ver si ella les da nuevas ideas…
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99 min
John Form ha encontrado el regalo perfecto para su mujer Mia, quien está embarazada: una hermosa muñeca antigua y difícil de conseguir que luce un vestido blanco de novia. Pero el deleite de Mia con Annabelle no durará mucho. Una horrible noche, su hogar es invadido por miembros de un culto satánico, quienes atacan violentamente a la pareja. La sangre derramada y el terror no son lo único que el culto deja en esa casa. También han invocado un ente tan malévolo que nada de lo que hayan hecho se comparará con el siniestro conducto hacia lo maldito que es ahora... Annabelle.
+La escena del elevador.
+Lo que no se deja ver claramente asusta más.
+La actuación de Annabelle Wallis.
-Annabelle llega a aburrir a momentos.
-Se muestra demasiado: el CGI hace que se pierda el terror.
-El optimismo del personaje de John es desesperante.
-Mal final.
Nótese un pequeño cameo que hace al final una muñeca de trapo similar a la real.